Categorías
medicina otros temas

La parálisis del sueño: Terror al despertar

Te despiertas, pero no te puedes mover, solo ver y escuchar, sombras se arremolinan frente a ti, temes lo peor.

Quizás lo has vivido alguna vez, bruscamente te despiertas y no puedes moverte, tu cuerpo sigue durmiendo. Tus músculos no responden y te preguntas por qué. No puedes pedir ayuda ya que no te sale la voz. La angustia te invade y, algunas veces, tienes una presión en el pecho que aumenta tu paranoia. Es una experiencia breve, pero muy difícil de olvidar, hablamos de la parálisis del sueño.

La pesadilla de Johann Heinrich Füssili, mujer dormida con un incubo encima y un caballo demonio observando la escena
La pesadilla de Johann Heinrich Füssli (1781) se cree que es una representación de la parálisis del sueño percibida como una visita demoníaca. Fuente: HA!.

Esta alteración la ha sufrido, según estudios, la mitad de la población, afectando de forma recurrente a entre el 5 y el 8% de esta, con mayor prevalencia en estudiantes con ansiedad o depresión. A pesar de la alta incidencia, poca gente reconoce el episodio, por qué se produce o si es peligrosa o no.

Por lo mismo, a lo largo de la historia la parálisis del sueño se ha relacionado con toda clase de fenómenos paranormales, desde posesiones demoníacas hasta viajes astrales. Y ha sido representada en diversas obras artísticas que la han descrito de una forma similar.

El horla de Guillaume Sorel. Hombre con paralisis de sueño, con un incubo encima absorviendo su aliento.
El horla por Guillaume Sorel. Fuente: Cultura Inquieta.

¿Qué es la parálisis del sueño?

Esta parálisis es una parasomnia o un evento no deseado en las fases del sueño, caracterizado por un despertar brusco, en el que el afectado tiene plena consciencia pero no puede moverse de forma voluntaria, generando ansiedad.

Los eventos suelen ser acompañados por experiencias hipnagógicas, que son alucinaciones visuales, auditivas y sensoriales que ocurren durante la transición entre la fase del sueño y el despertar.

Las personas que sufren este trastorno describen experiencias características, las que podemos dividir en tres principales: el intruso, el íncubo y la distorsión vestibular

El intruso se refiere a la percepción de sonidos de perillas de puertas abriéndose, pisadas lentas, la sombra de un hombre o sensación de presencia amenazadora en la habitación. Lo cual sumado a la incapacidad de moverse, genera pánico al afectado.

Esta parálisis es una parasomnia o un evento no deseado en las fases del sueño

Además, la persona puede sentir presión en el pecho, dificultad para respirar y una sensación de estar siendo asfixiada, estrangulada o abusada sexualmente por un ser malévolo, que muchas veces es representado como un incubo o demonio. La persona cree que morirá.

A su vez, puede existir una sensación de girar, caer, flotar, volar o desplazarse sobre el cuerpo de uno mismo. En adición a lo anterior, la distorsión del espacio en el que se encuentra o algún otro tipo de experiencia extracorporal. Todo esto agrupado como distorsión vestibular.

The nightmare de Eugéne Thivier. Escultura de mujer durmiendo siendo atacada por un demonio.
The nightmare de Eugène Thivier. Fuente: The picture art collection.

La biología de un trastorno

Cuando dormimos, nuestro cuerpo pasa por distintas etapas del sueño, este evento en particular se genera por un desajuste en los mecanismos que regulan estas etapas.

La parálisis del sueño se genera cuando ocurre una desincronización temporal entre la conciencia del sujeto, que está despierto, y la atonía típica de la fase de sueño REM (del inglés rapid eye movement o movimiento ocular rápido), que ocasiona que los músculos pierdan la capacidad de moverse voluntariamente.

Existe un choque entre la conciencia y la movilidad, por lo que solo se es capaz de percibir lo que se encuentra al alrededor. Esto ocasiona alucinaciones por la limitación sensorial que tenemos en ese momento para interactuar con nuestro entorno.

Esta parálisis es uno de los síntomas del trastorno denominado narcolepsia, que provoca serias limitaciones en el desarrollo diario normal de las personas que la padecen. Eso no implica que quienes padezcan parálisis del sueño de forma habitual sufran de este trastorno.

Algunos ejemplos de los motivos que pueden provocar esta alteración son, la privación intencionada del sueño durante un largo periodo de tiempo, una mala rutina del sueño o alguna mala condición del lugar donde descansamos.

La parálisis del sueño en tres minutos.

¿Cómo evitarla?

Las recomendaciones de los especialistas son simples, si podemos evitar la presencia de luz y ruido en la habitación, mantener la temperatura adecuada, tener una rutina constante de sueño, mantenernos relajados y libres de sustancias estimulantes, tendremos menos posibilidades de vivir un episodio de parálisis del sueño.

¿La haz sufrido alguna vez?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *