Hoy en día, en que la sobreinformación en la red abunda, resulta difícil encontrar buenas prácticas de comunicación en general y de divulgación científica en particular. Hasta hace unos años, los mensajes extremistas, de blanco o negro sin matices de grises, abundaban en las redes sociales. Esto creaba alarmismo social y desencadenó muchas conductas tóxicas perjudiciales para la salud mental de la población general.
Por suerte, en la actualidad han ido surgiendo muchos divulgadores científicos a los que se deben reconocer sus buenas prácticas. Desmintiendo mitos y extremismos, su trabajo es esencial para la ciudadanía. No solo porque extienden el conocimiento y la ciencia al mundo, sacándolos de élites, sino porque han hecho frente a los mensajes dicotómicos tan dañinos en algunos campos como la salud.
Así pues, puestos a sugerir algunos ejemplos de buenas prácticas en redes sociales, podrían ser los dos siguientes:
tiktok
En primer lugar, centrándonos en TikTok, el @farmaceuticofernandez divulga sobre salud sirviéndose del humor, con un lenguaje plano alejado de tecnicismos y basándose en la evidencia científica para desmentir bulos y mitos. En el ejemplo indexado, desmiente la frase tan comúnmente extendida que una copa de vino al día es buena. Lo hace con este humor tan característico de su perfil. Igualmente, como este, encontramos muchísimos buenos ejemplos de divulgación científica en su cuenta.
En segundo lugar, si lo que buscamos són buenos ejemplos de comunicación científica en Instagram, cabe decir que en los últimos años han ido creciendo mucho las cuentas de grandes y profesionales divulgadores de la ciencia. Sobre todo en el campo de la salud, encontramos infinidad de cuentas.
De esta manera, podríamos citar muchos, pero podemos destacar como ejemplo de buenas prácticas comunicativas el perfil de @comersindrama. Una vez más, su contenido desmiente muchas informaciones falsas y ofrece buenos consejos para la población general para una vida más sana.
Teniendo en cuenta la salud como un concepto global, no se centra únicamente en la alimentación –aunque por el nombre de su cuenta puede llevar a esta deducción–, sino que da también igual importancia a la actividad física, al correcto descanso, a la salud mental, a la desconexión digital y la conexión con la naturaleza; así como a las relaciones sociales.
indicadores
Con todo, son infinitos los ejemplos de buenas prácticas de comunicación científica en las redes sociales. Los indicadores más importantes a tener en cuenta son: el lenguaje plano, conciso, directo y no técnico; la neutralidad u objetividad, el contraste de fuentes y los buenos usos de recursos gráficos intuitivos y explicativos, así como el uso de nuevos formatos y narrativas digitales.
Solo ante estas características que nos otorgan credibilidad, fiabilidad y confianza, podremos saber que estamos delante de un buen caso de divulgación de la ciencia en RR. SS.
No os perdáis los trabajos de mis compañeros en este blog.