Asociaciones ecologistas denuncian desde hace años lo que esconde el Campo de Gibraltar
El Campo de Gibraltar ha sido siempre considerada una zona en riesgo de exclusión social. Sus habitantes convivieron con lo que antes llamaban “el matute” (contrabando) y unas relaciones complicadas con la colonia británica debido al cierre de la verja en 1969. En julio de ese mismo año se inauguró la Refinería de Cepsa en San Roque. Distintas asociaciones ecologistas denuncian la crisis ambiental que desde entonces sufre el Campo de Gibraltar.
La chimenea de la Central Térmica de Los Barrios se asoma entre una frondosa vegetación no autóctona. El follaje sirve de «muro» para ocultar la infraestructura industrial tan próxima a la playa habilitada para el baño.
La Refinería ocupa una extensión de 1.5 millones de metros cuadrados y ha ido creciendo rodeando a la población. Antes de que la Refinería invadiese la zona la playa era principalmente para uso recreativo y pesquero. Muchas familias se sustentaban gracias a los recursos costeros. Estas actividades se vieron desplazadas por la industria que empleó a la población.
En la fotografía los cargueros desembarcan directamente en los muelles de la Refinería de Cepsa que consta con 7 puntos de atraque. Además, Cepsa tiene una monoboya instalada a una milla de la costa en la que pueden amarrar los petroleros.
Las principales fuentes de empleo se encuentran en Gibraltar y en el sector industrial
La Refinería no solo emplea directamente a alrededor de mil personas como declara Cepsa en sus publicaciones oficiales. El Ayuntamiento de San Roque afirma que “La refinería ‘Gibraltar-San Roque’ es hoy una industria integrada, no sólo con el complejo petroquímico (…) sino con el resto de la industria de la zona, que la utilizan como fuente de productos energéticos”. La industria emplea a través de subcontratas a miles de personas.
El complejo energético industrial incluye también una planta solar, instalada por Endesa hace más de diez años. Esta empresa empleaba en 2018 a más de 800 personas.
En el complejo industrial del Campo de Gibraltar que incluye la Refinería de Cepsa hay más de veinte empresas diferentes entorno a la industria energética y petrolera. Algunas de ellas la Central Térmica de Los Barrios, la Refinería de Cepsa, Acerinox, Petresa Algeciras, Lubrisur o Indorama.
Ecologistas denuncian las consecuencias de la crisis ambiental desde hace más de 30 años en el Campo de Gibraltar
El otro lado del empleo es el de las vidas que indirectamente se lleva por delante. Según las alegaciones de las asociaciones ecologistas “la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, contestó (…) que efectivamente se había detectado una exposición sistémica de la población de esta zona, a unos niveles de contaminación excesivos según las Directivas 1999/30/CE y 2008/50/CE”.
Es difícil encontrar información sobre la incidencia ambiental de la Refinería y el complejo industrial. Según los datos de la última década Huelva, Sevilla y Cádiz, definen el triángulo con mayor índice de cáncer mortal en la península ibérica. Las asociaciones ecologistas esto es un indicador de la crisis ambiental que sufre el Campo de Gibraltar.
La Junta de Andalucía comenzó en el 2000 con un Plan de Mejora del Campo de Gibraltar. Este planteaba mejorar la calidad del aire y también la situación de los suelos y las aguas residuales contaminadas. El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) junto con la Consejería de Medio Ambiente emitieron informes en los que se reconocía la presencia de contaminantes cancerígenos.
La Refinería de Cepsa está protegida por un muro con alambre. El perímetro está vigilado con cámaras. Además hay seguridad en los puntos de acceso que impide fotografiar las vistas al interior del recinto.
Estos contaminantes son principalmente el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno. Por otro lado están las PM10 y las PM2,5. Estas siglas hacen referencia a las partículas inferiores a 10 y a 2,5 micras. Las más pequeñas, las PM2,5, son las que más riesgo tienen para la salud ya que penetran con mayor facilidad en el organismo. El informe de salud realizado en el marco del Plan de Mejora también pone de manifiesto elevados niveles de estas partículas en el aire.
En otro informe Diagnóstico de la situación ambiental del entorno del Campo de Gibraltar elaborado por el CSIC se establece que la principal partícula de las PM10 son las de níquel. Un elemento emitido principalmente por la planta metalúrgica de Acerinox altamente cancerígeno.
El muro que rodea Acerinox limita con la Playa de Palmones. En su perímetro la vegetación que impide ver lo que hay dentro.
En la zona hay distintas asociaciones ecologistas, entre ellas Ecologistas en Acción (VERDEMAR) o Greenpeace. Estas asociaciones realizan desde hace más de 30 años acciones a favor del ecosistema del Campo de Gibraltar. En ellas los ecologistas denuncian sistemáticamente la crisis ambiental que provoca la industria en la zona del Campo de Gibraltar. A día de hoy mantienen denuncias que niegan la efectividad del plan de acción. En sus declaraciones hacen patente la falta de medidas coherentes para proteger el medio ambiente y la salud.
Además declaran que hay acciones no contempladas en estos informes. Por ejemplo el estado de las antorchas, las enormes chimeneas que en lo más alto emiten una llamarada. Las antorchas sirven para quemar el exceso de gases. Los gases se generan por errores de producción en las plantas industriales. El principal problema de las antorchas es la cantidad de gases que emiten a la atmósfera en muy poco tiempo. No se conoce con exactitud la efectividad de este método de eliminación de gases.
La mayoría de las playas limítrofes no son muy concurridas por la proximidad a la zona industrial. Sin embargo algunos vecinos no renuncian a sus costumbres.
La situación en el Campo de Gibraltar es crítica. En una zona muy concreta se concentran problemáticas de diversas naturalezas. Es clara la dependencia de esta zona por la industria, un sector laboral necesario para mantener en activo a la población de la comarca. Sin embargo, el Campo de Gibraltar se encuentra en un enclave natural privilegiado que parece olvidado: una bahía que tiene cerca un parque natural (el Parque Natural del Estrecho), unas condiciones climáticas favorables para la gestión de energías renovables, un yacimiento arqueológico (el de las ruinas de Carteia) y un paisaje de marismas fluviales con la cordillera del Atlas en frente.