Los gatos callejeros pueden generar un gran impacto en la biodiversidad de ciudades, pueblos o parques naturales. Son numerosos los expertos que nos advierten del peligro que supone para la fauna tener a estos felinos campando a sus anchas por las calles.
Esto no solo supone un perjuicio para especies de aves o reptiles, sino que también tiene consecuencias directas sobre nosotros. Y es que las heces de los gatos pueden transmitir toxoplasmosis entre otras muchas enfermedades.
Gatos vs Biodiversidad
Según National Geographic, el gato es responsable de la extinción de hasta 63 especies de vertebrados distintas, además de haber influido en el empeoramiento de la situación de algunas especies, ya en peligro crítico.
A pesar del proceso de domesticación, este mamífero mantiene todavía su instinto cazador, llegando a ser uno de los felinos más letales del planeta.
El vencejo ha sido víctima de ello y ha llegado a experimentar una disminución de su población en los últimos años en la Península Ibérica.
Este ejemplo no es uno cualquiera, ya que también puede llegar a afectarnos directamente. Estas aves son depredadoras naturales del mosquito tigre, portador de enfermedades como el virus del zika o el dengue entre otras.
La presencia de colonias de gatos, junto con el cambio climático, harán que se multipliquen las poblaciones de estos insectos, pudiendo aumentar los casos de estas enfermedades.
El caso de las Islas Canarias
El impacto de los gatos callejeros en la biodiversidad es especialmente crítico en Canarias. Allí, no solo se alimentan de pequeños mamíferos introducidos, sino que además acaban con la fauna autóctona, como pequeños reptiles y anfibios. Un artículo del CSIC recaba más información sobre esta problemática en el archipiélago.
No obstante, muchos ignoran o rechazan esta situación, llegando incluso a tener voz en medios importantes como es el caso de este artículo de ElDiario.es.
¿Qué dice la Ley de Bienestar Animal?
Para tratar de apaciguar esta situación, la Ley de Bienestar Animal propone conceder “carnets de alimentadores” para así controlar las colonias felinas en las ciudades. Otras de las medidas que se han adoptado ha sido la captura y esterilización de los felinos para luego devolverlos a las calles.
Estas han sido criticadas por expertos por ser poco efectivas. Además, en el caso de la segunda, afirman que tiene poco sentido reintroducirlo en zonas donde pueden atacar a la fauna silvestre. Después de esterilizar a los gatos, éstos deberían ser soltados en áreas totalmente cerradas y controladas.
¿Cuál puede ser la solución?
Se han puesto sobre la mesa propuestas como acabar directamente con estas colonias. Sin embargo, resultan polémicas entre “mascotistas” o “peluchistas”. Personalmente, creo que una de las soluciones pasa por la educación y concienciación ecológica de la sociedad.
Andrea Guirado Moya (@andrea_swift00 en TikTok) da voz a este problema (y otros muchos) que sufren aves, reptiles y anfibios, desde cada una de sus redes sociales.
Maria José Llinares, en su trabajo “Impacte d’animals doméstico (gats i gossos) sobre la fauna salvaje a la Devesa del Parc Natural de l’Albufera” enumera alguna de las medidas ejemplares que deberían tomarse para concienciar a la población y acabar con la problemática de las colonias felinas:
- Sanciones severas
- Revisión y renovación de la normativa
- Utilizar las redes sociales para alertar a los usuarios y que entiendan la problemática
- Excursiones guiadas en parques naturales que hablen de biodiversidad y esta problemática
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