La mayoría de las veces vemos las plantas como seres inmóviles y aburridos. Pero más allá de su aspecto pasivo, la inteligencia de las plantas y su sensibilidad les permiten adaptarse al mundo cambiante.
Vayas donde vayas, seguro que a tu alrededor puedes ver una planta. De hecho son el reino dominante en el planeta y suponen el 80% de la biomasa de la Tierra. Pueden llegar a colonizar ambientes con condiciones tan extremas como la Antártida o los desiertos más secos. Esto demuestra cuán bien están de adaptadas a sus diferentes ambientes, lo que les garantiza un éxito en la reproducción y, por tanto, un éxito como especie o grupo de especies.
Mucho más que cinco sentidos
Pero es difícil adaptarte a un ambiente que puede cambiar sin poderte mover del lugar. Por eso las plantas son plenamente conscientes de lo que les envuelve y los cambios que se dan a su alrededor. No sólo disponen de los mismos cinco sentidos que los humanos, sino que disponen de muchos más sentidos que nosotros.
El sentido más evidente es el de la vista. Las plantas pueden captar la luz y dependiendo de las horas de luz del día la planta sabrá en qué época del año está. Así pues, cuando sepa que es primavera se abrirán las flores, listas para ser polinizadas.
También tienen olfato. Son capaces de captar químicos en el aire, como señales de otras plantas que les avisan que hay un herbívoro cerca.
En cuanto al tacto, la Mimosa pudica cierra sus hojas al más mínimo roce para que a los herbívoros no les parezca tan apetitosa.
Además, pueden sentir la gravedad, la radiación, la salinidad… ¡y hasta el sonido (o más bien la vibración)!
Y si los cambios que detectan no les gustan, deben ingeniárselas y cambiar su cuerpo para sobrevivir.
Existe la inteligencia en las plantas?
La Real Academia Española define la inteligencia en su segunda acepción cómo: f. Capacidad de resolver problemas.
Cuando de trata de resolver problemas, no hay duda de que las plantas son las reinas. Tenemos que pensar que las plantas están todo el día en el mismo sitio. Los humanos si tenemos frio nos podemos abrigar, si tenemos hambre podemos ir a buscar alimento, pero las plantas no pueden hacer esto, así que es innegable que saber resolver problemas es uno de sus fuertes.
“Las plantas son mucho más inteligentes que nosotros”
Stefano Mancuso
Las plantas resuelven problemas
Las plantas han sabido adaptarse a los diferentes climas dónde viven. Por ejemplo, en el mediterráneo, donde hay sequía estival, las plantas suelen tener las hojas estrechas para evitar perder agua innecesariamente por evaporación.
Otro ejemplo lo encontramos en Sudáfrica. A finales de los años 80 se vio que en algunos cotos de caza morían de forma inexplicable una gran cantidad de kudús (Tragelaphus strepsiceros), una especie de antílope.
En investigar el caso, los científicos se dieron cuenta que el motivo de la muerte de los kudús eran las acacias, unos árboles típicos de esa zona. Las acacias son la fuente principal de la dieta de estos ungulados. Las acacias de esa zona tenían una concentración de taninos en las hojas muy elevada, y esta molécula tóxica afectaba a los kudús hasta provocarles la muerte.
Esto ocurría porque las acacias, bajo la gran presión de depredación de los animales empezaban a sintetizar taninos y a enviar señales a las otras acacias de alrededor, que también sintetizaban taninos sólo con recibir el aviso de las demás, consiguiendo así rebajar la presión por depredación que sufrían.
Así que las plantas lo tienen claro: a un problema, una solución.
Las plantas son organismos increíbles que poseen la capacidad de sentir el mundo a su alrededor. Son seres más inteligentes de lo que pensamos aunque no posean cerebro y además son capaces de comunicarse entre ellas y resolver problemas.
Después de leer sobre la sensibilidad y la inteligencia de las plantas seguro que ya no las verás de la misma forma. Te invito a que cuando vayas por la montaña, por el bosque o por cualquier lugar dónde haya plantas te preguntes qué están sintiendo o reflexiones acerca de cómo se adaptan a su medio.