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Redundancia y Entropía : el equilibrio perfecto

Redundancia y Entropía haciendo equilibrio en la cuerda floja.
Fuente: Ilustración propia.

Probablemente el desafío más grande y difícil al momento de comunicar ciencia es hacernos entender con nuestra audiencia. ¿Cómo puedo sortear de menor manera este desafío? Conociendo la redundancia y la entropía en la comunicación.

Y no es de extrañar ya que el trabajo de divulgar es principalmente comunicar a diversos tipos de público temas muchas veces complejos.

En la escuela muchas veces se revisan modelos de comunicación humana, con el fin de poder entender la forma y elementos necesarios de la comunicación.

¿Cuántas veces volvemos a revisar dichos modelos de comunicación aquellos que estudiamos carreras llevadas a las ciencias? Probablemente muy pocas.

Modelo de Comunicación de Shannon y Weaver

Ilustración del Modelo de comunicación de Shannon y Weaver. Se muestra al emisor enviando un mensaje al receptor a través de un transmisor.
Modelo de Comunicación de Shannon y Weaver (extracto).
Fuente: Ilustración propia.

Los orígenes de las teorías de la comunicación nacen del trabajo de Shannon y Weaver en 1949 donde recientemente se había inventado el teléfono de Bell.

La invención del teléfono genero un cambio de paradigma frente a la comunicación humana. Podíamos intercambiar información directamente entre dos personas pero al mismo tiempo no verlas. Además con una rapidez mucho mayor que la de las cartas o los telegramas. Finalmente entregó comunicación no verbal donde antes no la habia, por lo mismo la comunicación se tornó un tema de gran necesidad e interés.

En base a las conversaciones telefónicas Shannon y Weaver definen a la comunicación como la transmisión de mensajes. En los Laboratorios de Teléfonos Bell (California) se desarrolla su obra “Mathematical Theory of Communication” donde se busca utilizar de manera más eficiente los canales de comunicación.

Si bien el fundamento investigación de este equipo era evaluar concentración de canales, capacidad de carga del medio de comunicación junto a otros elementos ingeniería y matemática, se sostiene que los elementos que componen su teoría son aplicables a la comunicación humana.

El modelo se puede resumir en una fuente que emite un mensaje a través de un transmisor donde este mensaje a su vez llega a un receptor. Comunicación sencilla y lineal, algo que posteriormente es criticado ya que la comunicación humana es mucho más compleja que aquello.

Al momento en que nos comunicamos, lo que estamos haciendo es traspasar información de un receptor a otro. Estos comunicantes pueden ser, por ejemplo, dos personas charlando, una publicación de Instagram siendo leída por seguidores o nosotros, divulgadores, comentando las primeras noticias de ciencia de la mañana en una estación de radio. En cada uno de los ejemplos anteriores podemos tener interlocutores (comunicantes) con diferentes creencias, gustos, niveles socioeconómicos y educativos. Entonces, ¿me puedo dirigir de la misma manera con cada uno de ellos? Definitivamente no.

Es por esto que el trabajo divulgativo tiene también tantas complejidades. La información que entregamos en un mismo formato puede tener un contenido sumamente complejo para cierta audiencia y a la vez completamente usual y sencillo para otras.

¿Cómo podemos evitar (un poco aunque sea) la falta de comprensión de nuestro mensaje ante una audiencia determinada? Conociendo la existencia de la Redundancia y la Entropía en la comunicación.

Redundancia y Entropía en la Comunicación

El modelo de Shannon y Weaver surgieron dos conceptos que rondan en torno a la información que contiene nuestro mensaje: Redundancia y Entropía.

La redundancia: Lo veía venir

La redundancia se entiende como mensajes que contienen poca información y a la vez son altamente predecibles. Por ejemplo, si me encuentro con una vecina, el mensaje más redundante es un “Buenos días” por su parte o por la mía. ¿Hay información nueva? Bastante poca. ¿Fue predecible? Completamente. Pasemos esto a divulgación científica. Si estamos en una conferencia de física y uno de los exponentes comenta que los agujeros negros, no son negros como se tiende a imaginar, es probable que la audiencia no se impresione en lo más mínimo. Para ellos, como una audiencia que sabe del tema (física) no tiene mucha información nueva y es predecible.

Personaje esférico saludando con rostro amable, representa a la Redundancia.
La Redundancia.
Fuente: Ilustración propia.

La entropía: No me lo esperaba

Personaje esférico con llamaradas de fuego en su cabeza que representa a la Entropía, tiene una mirada desafiante y sostiene sus manos en su pecho.
La Entropía.
Fuente: Ilustración propia.

Por otro lado, la entropía en la comunicación es un mensaje con alto contenido informativo y a la vez poco predecible. Si tomamos el ejemplo anterior, este mismo conocido que nos encontramos en la calle si en vez de saludarnos nos insultara nos entrega mucha información (¿Porqué me insultó? ¿Hice algo mal? ¿Qué hice la última vez que nos vimos para que reaccionara así?) y claramente el insulto fue algo impredecible. En el caso de la conferencia de física, si el exponente comenta que en realidad los agujeros negros no existen y la verdad son una invención del imaginario de los humanos es probable que la audiencia reciba mucha información (¿Porqué dice esto? ¿No nos iba a exponer sobre colores de los agujeros negros? ¿Quién aceptó que este sujeto expusiera en la conferencia?) y a la vez es impredecible.

Cómo jugar con la redundancia y la entropía

Estos dos conceptos, redundancia y entropía, se encuentran en cada frase que decimos solo que no nos damos cuenta de ello. Por lo mismo, tenerlas en consideración al momento en que queremos dirigirnos a nuestra audiencia no es útil, es vital.

Muestra a la Redundancia saludando a una audiencia con una burbuja de diálogo que muestra al planeta Marte. En un segundo plano se encuentra la Entropía aguardado a salir al escenario con la información de Amonitas.
Fuente: Ilustración propia.

La redundancia muchas veces se considera información sin mayor utilidad, hasta repetitiva, pero es ella quien nos dará paso a que un mensaje entrópico se mejor recibido.

Veamos el siguiente ejemplo. Si la información que voy a entregar es altamente entrópica para el público al que me dirijo entonces mi mensaje debe venir abriendo paso con una redundancia. Si el mensaje es “Se encuentran restos de amonitas en la superficie de Marte” podemos considerar que este sí es un mensaje entrópico. Su contenido puede generar varias repercusiones en el público (dependiendo claramente de cuál sea) una vez publicado. Agregar redundancia sería preparar el terreno con antecedentes de lo ya conocido y el proceso que nos hizo llegar a este importante descubrimiento.

Esto podría ser “Tras los muchos años de investigación en Marte, entre estos, el envío de robots como Perseverance a la superficie de dicho planeta hemos llegado a un enorme descubrimiento. Se han encontrado restos de amonitas en la superficie de Marte”.

Consideraciones finales

Analizar nuestro mensaje al momento de querer adaptarlo para una audiencia en especial debemos siempre considerar estos dos conceptos. La entropía y la redundancia en nuestro mensaje están en un constante juego de equilibrio, no hay una sin la otra. Con la redundancia abro un canal de comunicación con mi audiencia y con la entropía la informo.

Ahora, ¿cuánto de cada una? Eso se los dejo de tarea.

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