La homeopatía es un concepto muy sonado en los últimos años que cuenta con un gran número de detractores y partidarios. Según la RAE, se define como “ Práctica que consiste en administrar a alguien, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían supuestamente en la persona sana síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir.”
Pero, ¿la homeopatía es ciencia o pseudociencia?
La homeopatía es una pseudociencia ya que es una disciplina cuyas bases no están validadas por el método científico. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el médico alemán Samuel Hahnemann publicó Indications of the Homeopathic Employment of Medicines in Ordinary Practice , en el cual decía: «para curar una enfermedad hay que administrar un remedio que provoque en el hombre sano los mismos efectos que se observan en el enfermo». Otra de las bases de la homeopatía fueron reflejadas en otra obra publicada posteriormente, Los efectos positivos de los medicamentos observados en el hombre sano, en la cual Samuel Hahnemann declaraba que los medicamentos producían en el hombre sano dos efectos opuestos, según la cantidad de la dosis que se tomara.
Actualmente la información que encontramos sobre la homeopatía está muy sesgada, debido a esta divisón entre detractores y partidarios. Según el Documento de consenso sobre homeopatía realizado en 2013, dicha opción terapéutica se realiza en más de 80 países y que cuenta con más de 300 millones de pacientes en todo el mundo. Concretamente en España, se estima que uno de cada tres españoles han recurrido a la homeopatía para tratar distintos problemas de salud. Siendo la gripe, resfriados, tos, dolor de garganta, bronquitis y otitis las principales enfermedades tratadas con esta disciplina.
La preparación de medicamentos homeopáticos se lleva a cabo en laboratorios farmacéuticos usando materias primas de origen vegetal, animal, mineral o productos químicos, mediante diluciones seriadas hasta obtener un producto final con cantidades centesimales (o milesimales) de dicha materia inicial.
Se cree que la adherencia a esta práctica y su alto índice de aceptación se debe a la ausencia de efectos secundarios principalmente. Además se sabe que cerca del 90% de los usuarios la recomendarían a sus familiares y amigos. Pero basándonos en datos científicos, como los que aporta el metaestudio Evidence on the effectiveness of homeopathy for treating health conditions , realizado en 2015, tras comparar cerca de 176 estudios relacionados, concluyeron que no había pruebas significativas para constatar la veracidad y eficacia de esta disciplina. También se expone que las personas que lleven a cabo esta práctica pueden poner en riesgo su salud.
El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad del Gobierno de España, afirmó que no se habían demostrado evidencias cientificas de la efectividad de la homeopatía. Aún así, existe un elevado número de médicos y farmacéuticos homeópatas por todo el mundo, que prescriben e indican este tipo de tratamientos.
Por lo que no deja de ser contradictorio que disciplinas científicas como lo son la Medicina y la Ciencia Farmacéutica estén relacionadas con la homeopatía, a pesar de la ausencia de rigor científico de la misma .