En pleno siglo XXI sería ilógico negar la importancia de Internet y las redes sociales. Desde su aparición, se han convertido en un elemento clave para la comunicación. La mayoría de personas contamos con redes sociales en las que podemos ver las luces y sombras de establecer relaciones a distancia y a través de un dispositivo móvil, tablet o pc.
No obstante, internet nos ha ofrecido una ventaja crucial: DIFUSIÓN. Poder llegar a un público más amplio y conectar con él ha sido uno de los motores principales de motivación de los grandes divulgadores científicos. Y esto es posible gracias a las redes sociales. Por ello en esta entrada recogeré un par de prácticas de lo que yo considero buenas estrategias y estrategias de la comunicación.
En la plataforma de Instagram: :
Destaco a Bioaprender, se trata de un grupo de científicos que publican post en instagram de distintas temáticas. Creo que una de las claves de su éxito es la constancia, tener publicaciones nuevas cada cierto tiempo siempre es de agradecer.
Además, como comentaba con mis compañeros del máster, instagram es una red social que te pone a prueba constantemente, ya que además de ser una de las aplicaciones más usadas (excesiva cantidad de contenido) cuenta con un algoritmo cambiante. Cada cierto tiempo cambia las variables y hace más difícil llegar a los seguidores y conseguir que tus publicaciones se vean, por lo que la gente que se mantiene “al pie del cañón” en instagram son personas con una gran capacidad de adaptación.
En la plataforma de TikTok:
Destaco a Diario de una Científica. Esta cuenta no es principalmente activa en tiktok, pero creo que es un ejemplo claro de la presencia multimedia. La puedes encontrar en instagram dónde sube más publicaciones diarias.
Tiktok es una plataforma enfocada más al público joven de entre 13 y 18 años. El formato es por lo general, videos cortos con algo de texto y música de fondo. Creo que da la posibilidad de hacer una divulgación más fluída y rápida, pero dada la falta de tiempo dificulta el poder profundizar en ciertos temas.
El éxito de Diario de una Científica creo que deriva también en la constancia y calidad del contenido que publica. En redes sociales tener asiduidad a la hora de publicar es muy importante, sobre todo para mantener el engagement.
Creo que ambos ejemplos son buenas prácticas de divulgación porque no solo han sabido adaptarse a las necesidades del público, sino también a los algoritmos y formatos de las distintas redes en las que se encuentran. No es lo mismo escribir un guión para un vídeo de youtube, que hacer un reels.
Otro punto a destacar es la calidad del contenido, y una cosa muy importante: la referencia a las fuentes de información. Ya que como decía Alfredo Corell en una charla recientemente:
“ Una publicación científica que no cita sus fuentes no es ciencia, sino pseudociencia”
-Alfredo Corell-
No obstante, no puedo acabar esta entrada sin citar algunos ejemplos de divulgación científica de (mi red social favorita) Youtube:
- Rocio Vidal. Periodista científica, conocida como La gata de Schrödinger.
- Neurocosas. Pablo Barrecheguren. Licenciado en Bioquímica con un máster en Neurociencias y un doctorado en Biomedicina sobre Neurobiología.
- Derivando. Eduardo Sáenz de Cabezón, divulgador de Matemáticas.
- Antroporama. Patri Tezanos, doctorada en Neurociencia. Se dedica a la divulgación científica sobre el Ser Humano, nuestra conducta, mente y nuestro secreto mejor guardado: el cerebro
- La Hiperactina. Sandra, divulgadora científica multimedia.