Cada vez más se recurre a las redes sociales como fuente de información. La combinación de entretenimiento, conocimiento e interacción con la comunidad hacen a las redes sociales especialmente atractivas para los jóvenes. Estos buscan mantenerse al día de las últimas noticias o aprender cosas nuevas dentro de sus temas de interés de manera rápida, visual y dinámica. TikTok e Instagram son dos casos claros de redes sociales visuales que se están convirtiendo en nuevos medios de información. La comunicación de la ciencia no es una excepción. Mientras que tradicionalmente se entendía la ciencia como una disciplina compleja y rígida, los divulgadores en redes sociales la están haciendo accesible y que enganche. Algunos, como Javier Santaolalla, se están convirtiendo en verdaderas celebridades. Aquí van dos ejemplos de comunicación científica en TikTok e Instagram y por qué funcionan.
TikTok: Interpelación directa
Planos cortos en los que solo se ve la cabeza, se podría pensar que imponen y resultan agresivos. Sin embargo, en los vídeos cortos de TikTok nos parecen cercanos. El divulgador pregunta e interpela al espectador manteniendo una conversación asíncrona. Así, el divulgador se convierte en un amigo que llevar en el móvil.
En este vídeo de @museumofscience en colaboración con @alexdainis, Alex explica cómo funcionan los hornos microondas y cómo se mide su longitud de onda de manera experimental. Lo hace preguntando directamente a la cámara, lo que invita al espectador a entrar en el vídeo. Luego, pasa a una cocina, lugar con el que todos estamos familiarizados, dando la sensación de que nos está abriendo su casa. Además, en el vídeo, se incluyen subtítulos para poder ver los vídeos sin sonido e infografías superpuestas que ayudan a entender la información. Al final, en cuarenta y seis segundos, Alex y el museo han conseguido llamar la atención, explicar unos conceptos físicos relativamente complejos, pero que nos influyen diariamente y crear un interés que se ve reflejado en los comentarios.
La cuenta @museumofscience es verdaderamente versátil. Además de colaboraciones con divulgadores como @alexdainis o Science With Sophie, tiene entrevistas a científicos de alto nivel. Mientras que las primeras están dedicadas a ciencia divertida y curiosidades, las segundas dan la oportunidad de presentar los últimos avances científicos de manera más académica y tradicional. Lo que une los dos formatos es la cercanía del que divulga.
Instagram: Ciencia rutinaria
A pesar de que también incorpora vídeos, el método de comunicación principal de Instagram son las fotografías. Una foto y algo de creatividad y ya se puede publicar. Eso hace que la gente publique mientras trabaja, estudia y hace otras actividades de la vida cotidiana. En definitiva, Instagram es, para mucha gente, como un diario personal, pero público.
Cuando se comunica ciencia, esto puede ser especialmente útil porque “baja a la tierra” profesiones que siempre se han idealizado y no en el buen sentido. La visión tradicional que se tenía de los científicos era de hombres extremadamente inteligentes encerrados en un despacho o un laboratorio y que no se equivocaban. Al publicar el día a día de los investigadores e investigadoras en redes como Instagram, se está rompiendo ese estereotipo.
Un ejemplo claro es Jackie Badze que publica regularmente en su cuenta la rutina de una estudiante de biotecnología y enseña diferentes experimentos. Está claro que el objetivo de Jackie no es el de comunicar ciencia como lo haría el museo del ejemplo anterior, sino compartir su vida. Sin embargo, gracias a eso, está haciendo que la biotecnología sea accesible.
En este protocolo paso a paso de la extracción de plásmido, Jackie utiliza fotos claras que explica con texto de colores, pero que se lee bien. Además, el uso del carrusel es especialmente útil en este contexto: cada paso del protocolo es una fotografía. ¡Es fácil que se pueda replicar el experimento solo siguiendo esta publicación! Y solo viendo la interacción resulta obvio que tiene éxito. Por ejemplo, en los comentarios, la gente comparte otros métodos de extracción y pide ayuda con sus propios experimentos.
Como introduje al principio, está claro que las redes sociales se están convirtiendo en uno de los medios de divulgación científica por excelencia. Los formatos visuales de Instagram y TikTok, así como su faceta de entretenimiento hacen que la ciencia sea más accesible y atractiva. En los dos ejemplos anteriores, se abre la puerta al espectador para que forme parte de esa vida.