Nuestro ADN puede revelar mucho de cada individuo, no solo nuestras características físicas, sino también cómo éstas llegaron hasta nuestra generación. Además, las nuevas tecnologías de permiten desvelar todos los secretos incrustados en el genoma de las poblaciones y buscar por las huellas de la historia.
En este post analizaremos los momentos principales de la historia de la península ibérica, y nos centraremos en la historia genética de sus habitantes como si ocurriera en un año.
Enero, la Edad del Hielo y el Mesolítico
Los primeros colonizadores de la península ibérica eran cazadores-recolectores procedentes desde África y que se establecieron en la península hace 42 000 años, y durante la edad del huelo se movieron hacia el sur atraídos por el clima mediterráneo. En esa época, la mayor parte de Europa tenía un clima muy inhospital y las poblaciones humanas se refugiaron en las zonas del sur quedando aisladas.
A medida que de la edad del hielo se acababa, las poblaciones volvieron a ocupar las regiones más al norte de la península. Analizando el genoma de algunos individuos fósiles de estas poblaciones mesolíticas, los investigadores del Max Plank Institute descubrieron que los cazadores-recolectores de España y Italia compartían una parte de su ADN. En otras palabras: las poblaciones aisladas durante la edad del hielo volvieron a conectarse y a mezclarse entre ellas.
Una colaboración entre España y EE. UU. se centró en investigar el genoma de individuos que ocuparon la península ibérica en distintas épocas sucesivas, obteniendo una descripción detallada de las dinámicas demográficas desde hace 8000 años.
Julio y la transición neolítica
En esta época nuevas migraciones desde el Oriente Medio llegaron a la península siguiendo dos rutas: una continental y otra mediterránea. Estas olas migratorias tuvieron un impacto muy potente en la península ya que introdujeron la mayor transición cultural de la historia humana: la transición neolítica. En el genoma de las poblaciones de la época es posible detectar la marca genética de la transición neolítica, encontrando individuos que presentan una proporción de su ADN típica de los cazadores-recolectores y otra típica de las poblaciones de Oriente Medio.
Mediados de noviembre: la Edad del Bronce y la cultura Indoeuropea
Mucho más tarde, alrededor de 2500 años atrás en la historia, una nueva ola migratoria sale de Asia central e interesa todo el continente europeo. Estas migraciones introdujeron en las poblaciones la cultura Indoeuropea que caracteriza todas las poblaciones europeas modernas. El impacto de estas migraciones fue muy importante a nivel genético: las componentes del genoma procedente desde los cazadores-recolectores llega casi a desaparecer.
Diciembre: época histórica
Finalmente, analizando muestras de época histórica, los investigadores pudieron detectar las huellas de las migraciones desde el norte-centro Europa hacia España que se asociaron con la expansión de los Visigodos. Por otro lado, en el sur de España se encontraron las marcas genéticas de época clásica procedentes por Grecia y de la época musulmana con las huellas del Norte de África. Estos resultados se replican en un estudio sobre el genoma de las poblaciones ibéricas modernas.
Si, leíste bien. Las poblaciones modernas llevan las marcas de toda la historia de sus antepasados. Nuestros abuelos y tatarabuelos no solo nos trasmitieron su sabiduría, sino también el registro de cómo nuestros ancestros se movieron por el mundo hasta llegar a nosotros.
Aquí te dejo una infografía que resume en pocos pasos todas las etapas que vimos en este post.
¿Hay algo de esta historia que te llama la atención? ¡Dímelo en los comentarios!