Los viajes en el tiempo son un recurso muy frecuente en historias de ciencia ficción. Y no es sorprendente, es una idea que nos ha pasado por la cabeza a todos en algún momento. «Arreglar» el pasado, echar un vistazo a lo que depara el futuro… realmente es una idea muy atractiva. Pero, ¿son científicamente posibles los viajes en el tiempo? ¿Los permiten las leyes de la física?
Antes de nada, debemos distinguir entre los tipos de viajes en el tiempo. El primero es el más común y aburrido, el que estamos viviendo ahora mismo. Viajamos al futuro a un segundo por segundo, lo que conocemos como presente. Pero lo que nos estamos preguntando realmente es como cambiar este ritmo de viaje, o como hacerlo hacia atrás.
Viajar al futuro
«Nadie sabe lo que depara el futuro, por eso su potencial es infinito.»
Okabe Rintarou – Steins;Gate, 2011
Viajar al futuro es, sorprendentemente, teóricamente «sencillo» y posible. Esta posibilidad nace directamente de la teoría de la relatividad especial de Einstein. Esta dice que, para diferentes observadores, el tiempo que ellos miden depende de la velocidad a la que se mueve cada uno.
En concreto, cuando alguien viaja muy rápido (a velocidades cercanas a la de la luz) nota que el tiempo pasa más lento, su tiempo se dilata. Y esto provoca que 1 año de viaje para el que viaja muy rápido sea, por ejemplo, un transcurso de 2 años para el que está quieto. Este concepto (junto a la denominada «paradoja» de los gemelos) subyacen en el corazón de la relatividad especial.
Viendo esto, podemos entender que los viajes en el tiempo al futuro están físicamente permitidos. Lo único necesario es alcanzar velocidades muy altas, comparables a la de la luz. Pero, ¿por qué no utilizamos esto para hacer viajes interestelares? ¿es acaso viable tecnológicamente?
Pues, desgraciadamente, nuestro nivel tecnológico a corto (e incluso a largo) plazo no es capaz de alcanzar estas velocidades. Aun así, la puerta a viajar al futuro queda abierta y los viajes adelante en el tiempo son una posibilidad real en nuestro mundo.
Imagen de fondo: Pixabay
Viajar al pasado
«Si los viajes en el tiempo son posibles, ¿dónde están los turistas del futuro?»
Stephen Hawking, ‘Breve historia del tiempo,’ 1988
Los viajes en el tiempo al pasado son una fuente mayor de controversia que los viajes al futuro. Y esto es por dos motivos principales:
- Su posibilidad física es más complicada.
- Abren inevitablemente la puerta a paradojas.
Paradojas y líneas temporales en los viajes atrás en el tiempo
Si viajo atrás en el tiempo y mato a mi abuelo, nunca habría nacido. Pero entonces nunca habría viajado atrás en el tiempo y entonces si habría nacido. Pero entonces…
Esta es la famosa paradoja del abuelo que plantea una barrera lógica importante para la posible existencia de los viajes atrás en el tiempo. Pero, ¿es lógicamente superable?
La solución más conocida y sugerente es la interpretación de varios mundos, o de líneas temporales. Esta propone que, cuando ocurre un evento, se crea otro universo igual, se bifurca. Y esto pasaría con cada evento, llevando a infinitas líneas temporales. Pero, ¿cómo resuelve esto la paradoja del abuelo?
Resumidamente, cada vez que tomas una decisión, dos universos con las posibles decisiones se crean; en este caso matar o no matar a tu abuelo. De esta manera los viajes al pasado serian simplemente viajes entre diferentes universos. Entonces, matar a «tu abuelo» impediría que «tu tú» de ese universo naciera, sin afectar al «tú» que ha viajado. Una posibilidad fascinante y abrumadora a partes iguales.
Física de los viajes atrás en el tiempo
El mecanismo físico más popular que podría permitir los viajes en el tiempo son los agujeros de gusano. Aunque son teóricamente posibles no se sabe si existen y son, a grandes rasgos, «atajos» formados por un agujero negro (la entrada, absorbe materia), y un agujero blanco (la salida, emite materia, el concepto contrario al de un agujero negro).
Si realmente llevaran al pasado (en una misma línea temporal) estarían limitados al momento de la creación de la entrada por cómo funcionan los agujeros de gusano, solucionando también la paradoja del abuelo. La otra posibilidad es que, efectivamente, lleven a otro universo como ya hemos comentado.
Para que existan, sería necesario que exista una cuarta dimensión espacial. A día de hoy, no sabemos si existe o no, aunque algunas teorías como la teoría de cuerdas lo contemplan como una posibilidad real.
A pesar de todo, aunque viajar atrás en el tiempo tiene soluciones teóricas que lo permitirían, son todas altamente especulativas y sin comprobación experimental, contrariamente a la de los viajes al futuro.
Imagen de fondo: Pixabay
Habiendo visto todo esto, probablemente te hayas quedado con las ganas de viajar en el tiempo. Aunque esto tendrá que esperar, puedes echar un vistazo a obras como la aclamada Interstellar, donde usan la relatividad para viajar al futuro, o Steins;Gate, que usa de una manera razonablemente consistente la idea de las líneas de universo en viajes al pasado.
Aunque a día de hoy los viajes en el tiempo no sean posibles, son algo más real de lo que podríamos pensar. Diversos científicos han estudiado su viabilidad, siendo el más famoso el motor de curvatura de Miguel Alcubierre para los viajes en el tiempo, y es un tema relativamente candente dentro de la física.
¿Realidad o ficción? Solo el tiempo lo dirá.