Muchas veces cuando pensamos sobre la vida, tenemos la idea de que es algo delicado. Es decir, que no puede sobrevivir fuera de unas condiciones medioambientales muy específicas. Sin embargo, con el avance de la biología, nos hemos dado cuenta de que los límites de la vida son mucho mayores de lo que pensamos.
Si miramos de cerca algunos de los ambientes más hostiles de la Tierra, como lagos ácidos y ardientes por la actividad volcánica, lagunas salinas, fumarolas en los abismos oceánicos o cuevas en las profundidades de la Tierra, descubrimos que en todos esos lugares existen organismos que viven y prosperan. A estos organismos los llamamos «amantes de lo extremo», o «extremófilos», con un toque de griego antiguo, ya que sus condiciones ideales son muy distintas a las «normales» (las nuestras).
En esta infografía podéis encontrar los principales tipos de extremófilos, y algunos ejemplos de los organismos que viven en las condiciones más difíciles, en lo que consideramos los límites de la vida (por ahora).
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Por último, si este infográfico os ha despertado el interés por los extremófilos, os invito a escuchar un poco más sobre ellos en Biología de Tranquis, mi podcast de divulgación.