Instagram y TikTok son quizás las dos redes sociales que más llegan a los jóvenes actualmente. Su contenido entra por los ojos, llega al usuario sin que este tenga que realizar un gran esfuerzo, y se utilizan principalmente a través del móvil, por lo que su accesibilidad no puede ser más fácil. Por ello, son dos plataformas ideales para la comunicación científica.
Instagram funciona a través de imágenes (obviando las Stories, que al final no son más que un intento de emular a TikTok), por lo tanto el contenido debe ser visualmente atractivo y ser capaz de captar la atención rápidamente, para que quien esté al otro lado, con el continuo scrolling en marcha, se detenga un momento.
Vemos algún ejemplo:
- La Agencia Espacial Europea comparte habitualmente noticias, descubrimientos, el día a día de los astronautas en la Estación Espacial Internacional, etc.
2. Alex Abair, botánico, comparte fotos curiosas y llamativas de plantas, insectos, hongos…
3. Por último, me gustaría destacar la cuenta de David Attenborough, famoso divulgador conocido principalmente por sus documentales de la BBC. Abrió la cuenta hace tan solo unos meses, batiendo récords de seguidores, y dejó de publicar poco después: «And that’s it. I’ve passed on the things I wanted to share. There are others on social media who can pick up the threads from here«
Por otro lado, TikTok. La red social más utilizada por los jóvenes no puede ser más sencilla, consiste principalmente en vídeos cortos con música de fondo, aunque sus posibilidades son enormes. Para tener éxito en esta red social es imprescindible conocer cómo funciona, y cuáles son las dinámicas de consumo de contenido de los jóvenes de hoy en día. Vídeos cortos, divertidos y visualmente atractivos y fáciles.
Vemos algún ejemplo de comunicación científica con éxito en esta red:
- Jorge Ángel, enfermero con casi un millón de seguidores, contesta preguntas y enseña todo tipo de aspectos relacionados con la salud.
2. Mikephy, fisico.
3. Ladyscience, doctora en biomedicina.